Porque no hay nada como esperar cansado sentado en un banco de piedra, cubierto de espigas a que él, despues de promesas infinitas y falsa sonrisas, vuelva con sus brazos llenos de esperanzas.
Y pensar que tu vida no es nada sin él, pensar que un día hiciste que volviese a ser feliz, el chico que siempre había sido, pensar que compartis la misma canción, o que teneis la misma forma de pensar. Y aún sabiendo que te hace daño, te enamora cada día más con sus estupideces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario