lunes, 24 de diciembre de 2012

Génesis


¿Qué puede saber una máquina del olor a hierba mojada por la mañana, o del llanto de un recién nacido? Yo soy la sensación del calor del sol en mi piel: soy la sensación de una ola fría rompiendo sobre mí. Soy los lugares que nunca he visto, y que siempre imagino cuando cierro los ojos. Soy el sabor del aliento de otro, el color de su pelo. Te burlas de mí por la brevedad de mi vida, pero es precisamente ese miedo a morir lo que me infunde vida. Soy el pensador que piensa el pensamiento. Soy curiosidad, soy razón, soy amor y soy odio. Soy indiferencia.Soy el hijo de un padre, quien a su vez era hijo de otro padre. Soy la razón por la que mi madre reía y la razón por la que lloraba. Soy asombro y soy asombroso. Sí, el mundo puede pulsar tus botones cuando pasa por tu sistema de circuitos. Pero el mundo no pasa a través de mí. Se queda en mí. Yo estoy en él y él está en mí. Y soy el medio a través del cual el universo se ha  conocido a sí mismo. Soy eso que ninguna máquina podrá fabricar nunca. Soy el significado.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Nunca me encuentro cuando no quiero ser yo...


Ya no queda nada de ayer, porque el viento se lo llevó. Vente conmigo me dice algún marciano, que este planeta está lleno de enanos.
Condenado a mirarte desde fuera y dejar que te tocara el sol. Que nunca llevo el corazón encima por si me lo quitan. Me pregunto si estara sola y ardo dentro de una hoguera. Y es que me siento extranjero, fuera de tus agujeros, que intento ser feliz... Y abocado a los tejados me he mudado a vivir por desobedecer, por ver al sol salir, por sacar la cabeza fuera. Deja que te diga nena que lo nuestro no es equitativo, todas las noches que estoy contigo, tu eres quién come, yo soy comido. Yo me quedé con su olor, ella me arrancó la piel, me dijo justo al final: no quiero volverte a ver.
Sueño que empieza otra canción, vivo en el eco de su voz. Entretenido, sigo la estela de su olor.
Se me cae la casa desde que se marchó, ahora ya solo espero el derribo. Y es que perdí, la pista del eje del salón, estoy continuamente torcido. La canción de que el tiempo no pasara, donde nunca pasa nada. Y ahora estoy en guerra contra mí alrededor, no me hace falta ningún motivo. Me mira, me droga, las fuerzas me abandonan.
No me preguntes dónde vas, sigue tú inventando el cuento: va a subir la marea.

Y aprendí que tu forma de odiarme eran solo las ganas de verme.




Te podría decir que mañana veremos el modo, pero nunca te quedas conmigo ni tampoco te marchas del todo...


Me mata el tiempo, las indecisiones. Me queman las ganas de besarte, de tu sonrisa. Me destroza el pensar que un día podría ser ella...
Y es que ahora, de noche, el silencio nos mata de ruido.

martes, 22 de mayo de 2012

Aprende a querer y resérvate el derecho de amar.


Dejas de sentir. Por unos instantes te olvidas de todo. No importa nada, ni siquiera él. Su imagen deja de perforar tus retinas,y el dulce sonar de su voz se convierte en un profundo silencio, tanto, que el paso del aire se confunde con un inmenso terremoto. ¿Os lo imaginais? El más truendo espectáculo de sonidos sin sentido, aleatorios, sin saber a qué oídos llegar.
Piensas, la vida puede ser genial sin el suplicio de quererle, es genial esos momentos. ¿Le quieres? Tal vez le quisiste.
Difícil precipitarse al decir cuando dejaste de quererle, pues sigue inundando tus sueños. Le llamas, no contesta, solo quieres escuchar su voz, pero no le quieres... oh, pero cuánto lo hiciste.
¿Le echas de menos? Quzás fuese ese tu error, echarle de menos, quizás fuese él quién te echó de más.
Le crees martir de sus cadenas, grave error, no volverá. Aunque dejes sin pestañas hasta las muñecas de porcelana, no volverá, desear es inútil, y amar aún más.

jueves, 10 de mayo de 2012

Distancia.


La distancia no hace el olvido, lo que no quiere decir que no dejes de querer a alguien si te alejas. El más probable resultado será que dejes de querer a una persona cuanto más te alejes de ella, pero básicamente porque no será la misma de lejos.
También está la parte dura, el cómo alejarte, porque sabemos que lo que te da, no te lo va a dar nadie; que te aporta cosas que no podrás ignorar por completo. Otra de las putadas que tiene es que no puedes evitar el pensamiento, si esa persona te echa de menos la has cagado. Las simples palabras "te echo de menos" de la boca de ÉL pueden matarte, hacer que te pienses dos veces si alejarte es buena idea y, aún sabiendo que posiblemente mejorará las cosas, pensar si de veras lo quieres hacer.
La parte mala de todo esto (como si lo anterior fuera muy bueno) es que siempre habrá una vuelta porque no eres solo tú, sois dos. Si esa otra persona intenta volver a "tenerte", vamos, lo que teníais antes, y lo consigue o simplemente lo intenta lo suficiente como para recordarte al menos que es él, el que te enamoraba, el que pensaba igual que tú o el que compartía tu canción preferida..... si recuerda eso, entonces estás perdido, completamente perdido. (O enamorado lo que es un poco de lo mismo).

martes, 3 de abril de 2012

Volvámonos locos.

Volvámonos locos. Salgamos a hacer locuras, vivir, amar. Que nadie entienda el por qué de nuestros pies descalzos o de nuestros saltos. Corramos. Mojémonos con el agua de la fuente y perdamos el control del tiempo.
Vivamos sin ataduras. Perdamos la cordura y armemónos de valor para enfrentarnos a la locura.
Brinquemos por la ciudad parándonos en cada puesto de palomitas. Demos de comer a los patos comida de conejos. Volvámonos locos.
Sorbamos el aire de madrugada, cantemos sonatas bajo la luz de la Luna. Soñemos que el color de los ojos cobra más sentido que el de la piel, que no hay guerras.
Pensemos que no hay nada que nos pare, sáltemonos las reglas durante un día entero. Vistámonos del revés y andémos con la cabeza bien alta creyéndonos importantes.
Metámonos dentro de una caja de cartón, esperémos a que alguien llegue y démosle un susto. Parémonos en cada parque a reír y contemos chistes como si eso fuera a solucionar el mundo. Volvámonos locos.
Contagiemos a cada persona con nuestra locura, hagámos que la gente sonría al vernos, que nos miren. Disfrutémos de la vida hoy como si no hubiese un mañana que vivir. Crucemos la calle únicamente por las rayas blancas, vivamos un sinsentido.
Juguémos a querernos pero de manera distinta: yo te querré los años pares y tú los impares. Bailémos bajo la lluvia y entonces persigámonos corriendo.
Tirémonos a los charcos como si de mares profundos se tratase. Miremos al horizonte mientras se empapa nuestra ropa. Andémos mojados por las calles de Madrid y mirémonos en cada reflejo.
Volvámonos locos. Hablemos durante horas de las golosinas y cada vez que alguien nombre la política cayémosle con un: -Pues a mi me encantan las piruletas.
Fumémonos el tiempo. Colémonos en una feria y conduzcamos borrachos unos coches de choque.
Escuchemos atentamente el sonido de una sirena de un coche de policía, corramos ahuyentados por el rugir del motor de un coche.
Volemos por lo alto de las nubes, durmamos un día entero. Volvámonos locos.
Cerremos los ojos y gritemos todo lo alto que podamos, fuguémonos a las afueras. Perdamos el sentido, olvidémonos de parpadear y apuntémonoslo en la mano.
Olvidémos respirar por un momento. Comámonos las flores que encontremos y esnifemos todo el colacao que podamos.
Seámos jefes de nosotros mismos, contemos cada cubo amarillo que veamos. Pongámonos veinte camisetas y regalémoslas a cada persona que sonria al escuchar nuestra canción.
Vacilemos entre la gente un día de rebajas, vayamos al museo solo para coger el mapa de la entrada.
Volvámonos locos. Vaciemos nuestra mente, olvidemos lo que sabemos; empezemos a vivir la vida tal y como queremos; aprendamos a amar, y entonces, nos volveremos locos.


sábado, 31 de marzo de 2012

Tú, eres un excedente, y yo también.

"La vaga sensación de que en algún momento también ella había pensado que era una mariposa... Anna casi recordaba cómo siendo una niña había creído que era una señal de que algún día le crecerían alas y saldría volando de aquel infierno. Pero la Directora tenía razón cuando aseguraba que no era una mariposa sino una polilla. Era roja y fea, y Anna la odiaba con toda su alma."

Basta ya, tanto recordar acabará conmigo.

Hoy te echan de menos la perrita y el pez, la lamparilla echa de menos tu sombra. La alfombrilla del PC te añora pero no sé, si tanto cómo extraña tu espalda a la alfombra...

domingo, 18 de marzo de 2012

Standby.

Me da vértigo el punto muerto, y la marcha atrás
vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gasoil.
Me angustia el cruce de miradas, la doble dirección de las palabras
y el obsceno guiar de las semáforos.
Me arruinan las prisas y las faltas de estilo, el paso obligatorio,
las tardes de domingo y hasta la linea recta.
Me enervan los que no tiene dudas y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera.
Me cansa tanto trafico y tanto sin sentido,
parado frente al mar mientras el mundo gira.
Standby

lunes, 27 de febrero de 2012

martes, 31 de enero de 2012

No existen los felices para siempre.

-¿Sabes cómo funciona el amor?
Recuerdos, el pensar que él es el que tú quieres o has querido, que es el mejor en algo (aunque solo sea en hacerte reír). Su voz te calma, te tranquiliza.
Escuchar una canción que te recuerde a él, unas palabras; algo, una escena que viste en una película que se repite cuando estas con él.
Tu realidad, tus sueños, tu mente inundada por su imagen; dos palabras convertidas en tan solo una, el color de su camiseta preferida, sus ojos.
Sus abrazos comienzan a hipnotizarte, y entonces entra el amor, te coge por banda y te clava el puñal por la espalda, te tapa los ojos con un venda y te da diez vueltas
como si de un juego se tratase. Y entonces, mientras que él espera sentado en un banco riéndose de ti, tú caes en su trampa, te enamoras de él; te vuelves adicto a su olor, a sus labios, cada vez que pasas por un sitio piensas: ¡y él ha estado aquí!
Sueñas con tenerle, besarle, simplemente acariciarle la cara tiernamente. Soñar con un beso que nunca llegará y pensar que él es tu anhelo y a la vez tu veneno, que te mata si no estas junto a él pero estar a su lado es un terrible infierno.
Deseas conquistarle, amarle, que te desee tanto como tú lo haces. Entonces, el amor como un cruel bufón, valanceándose de la risa, te señala con el dedo índice mientras escuchas canciones tristes para disimular. Se ríe de ti mientras cierras con fuerza los ojos y le imaginas abrazándote, se ríe mientras piensas en regalarle lo más preciado que tienes, aunque no te das cuenta, que él te lo robó antes de que pudieses percatarte de ello.
Se llevó tu corazón<3
Pero esto no es todo, ahora viene lo gordo. No le necesitas, eres adicta a él pero sin él. El amor solo te clava el puñal a tí y tú eres la que sufres. No necesitas volver a escuchar su voz, solo desear hacerlo; no necesitas que te llame, solo anhelarlo; no necesitas nada más que cerrar los ojos y recordar...y entonces una leve melodía se escuchará tras un manto oscuro, negro. Una melodía que te martilizará durante días, hasta que explotes y no puedas más...
Y entonces, ese pequeño diablillo llamado amor, no podrá contenerse, se caerá del banco de tantas carcajadas, y tú, como un imbécil, caerás de nuevo, una vez más.
Le volverás a hablar pero no servira de nada mas para que esa dulce melodía y que vuelva a retumbar en tu cabeza taponando cualquier otro pensamiento, recordando aquella noche en la que sus tercas manos recorrían tu cuerpo en busca de algo que confundiste con amor: la lujuria.
Y por si no quedaba claro, sí, le sigo amando.

lunes, 30 de enero de 2012

Padezco mal de amores.

Me esperaba más de la vida.
De pequeñas, más bien dicho, hace unos años, creíamos que todo iba a ser crecer y encontrarte con un millón de cosas al alcance de tu mano. Un chico apuesto, guapo, divertido..vamos tu media naranja, iba a aparecer un día en la biblioteca cuando te chocaras con él y se te calleran los libros, o cuando te sentases a su lado en el cine. Pero no nos engañemos, las películas son historias que escriben gente soñadora en una gran caja con letras, y no tienen nada que ver con la realidad.
Pensábamos que aparecería un chalet genial, grande, bonito, moldeado a nuestro gusto en frente de nuestras narices en cualquier momento, pero ahora sabemos que los palacios solo son dignos de princesas.
Creíamos que el amor era un juego inocente en el cual todos disfrutaban, todos los cuentos acababan con un felices para siempre, pero nadie nos advirtió que en realidad eran puñaladas dolorosas que un día el destino decide clavarte por la espalda.
Tal vez los príncipes azules no deban acompañar a ranas como yo, si no a doncellas de grandes y bonitos vestidos. Quizás estuve equivocada desde el principio y yo no sea la abeja reina...
Por ello si preguntan mi padecer, respondan que tengo mal de amores.

DospalabrasOcholetras:)

Las grandes caídas las escondo detrás de tiernas sonrisas.

Siempre has estado ante mí, con los ojos tapados, empeñados en no verse... Nunca te ví.
Intentamos jugar al gato y al ratón en casa del perro, pero no ganamos más que un puñado de golpes y unos cuantos moratones.
Estoy aquí aunque no me veas y aún te quiero.

domingo, 29 de enero de 2012

17.

Y quizás dije que podría olvidarme de ti, prometí no preocuparme por no volverte a ver, derretirme ante tus labios cada día. Pero es que ahora tengo tan claro que nada podrá quitarte de mi mente, que mis palabras fueron necias.

8.

Lo grabaré a fuego lento en mis venas, pues concienciarme de ello no creo que pueda: no debo quererte pues el hacerlo me quema, no debo tenerte pues enamorarme puede que no deba.

Se acabó seguir las reglas solo porque alguien dice que las hay.

Me refugié en la ironía, me escudé con lágrimas, y me escondí bajo las profundidades de los sueños, en sitios donde si quiera pudo encontrarme el subconsciente. Entonces creí todo perdido. Un vacío inmenso, prácticamente infinito, recorrió cada milésima de mi cuerpo. Intenté esquivar el desprecio aunque recordé que ninguna causa está perdida si hay un ingenuo dispuesto a luchar por ella. Yo era ese ingénuo. Lucharía por conseguir escapar de allí, por poder vivir mi vida y no la que los demás me dictasen, por ser libre.
Cada día recibíamos clases para aprender a "vivir", o así le llamaban Ellos. Eran hombres enigmáticos, enlutados, cada uno mayor que el anterior, y con un peinado que no había visto hasta que llegué al centro.
Aquella noche, no brillaban las estrellas. Cada día morían más a lo lejos de la ventana de mi celda, en un manto azul oscurecido en el cual, en las noches más frías, se tatuaban miles de nubes grisáceas. Me dió por pensar, algo que estaba totalmente prohibido, y entonces me dí cuenta. Como si de un altavoz se tratase, mis deducciones más personales salieron a la luz. En ese momento cien pisadas se escucharon, cada vez más aprisa, llegando hacia donde estaba. Estube tres días encerrada en un aula de castigo, jurando no volver a tener ideas propias.
No tenía recuerdos, pues recordar estaba igualmente prohibido, y la felicidad era el medio de pago de los más grandes señores no permitida a gente como yo.
Cada día llegaban "personas" nuevas. Creían saber más de la vida que Ellos, y por eso recibían mayor castigo del habitual.
No cenábamos más que una rodaja de melón blanquecina y unas cuantas migajas de un pan del que nadie sabía procedencia. Para beber, bastaba un vaso de cristal mucho más fuerte que las murallas de la antigua Grecia y en él unas gotas de un líquido agrio, que según sus creadores, quitaba el hambre de todo el día, por ello no comíamos nada más. Ellos decían que así trabajaríamos mejor, que no habría distracciones como antaño.
Esa noche me fui a la cama algo cansada. No dormí bien, pues tenía demasiado frío por el material del que estaba hecho el colchón: piedra. Debíamos dormir, descansar, aunque fuese imposible, pero el no pensar me ayudaba a conciliar mejor el sueño.
Vivíamos encerrados en una cárcel, sin derechos, obligados a responder ante sus órdenes pero hoy, se acabó seguir las reglas porque alguien dice que las hay...

sábado, 28 de enero de 2012

Novia, dale puerta:)

Nuestra vida, ese periodo de tiempo en el que aprendemos, nos divertimos, sonreimos, y lloramos. Esos largos momentos que se hacen llamar días, meses o años que completan tu vida.
¿Pero nunca te has preguntado si es tu vida la que vives? Quizás la respuesta sea negativa.
La mayoría de las personas tienen miedo a ser como son, quizás haya más de un loco en cada hogar. Gente que te cruzas por la calle, en el metro, tal vez tus profesores o incluso tus padres, quizás haya algo más detrás de esa careta sonriente. Puede ser miedo, llámalo verguenza, pero viven la vida como los demás quieren que la vivan.
Finjir que te gusta algo o alguien, o que no lo hace, porque sea la moda o porque él lo quiere no es vivir. Si eres gracioso, divertido o simplemente un soso del montón, si estas loca por él, o si matarías por vivir en un paraiso color violeta, ¿por qué no ser así?
Si alguien no aprecia cómo o lo que eres es que no merece la pena, quizás si te alejas ganas algo muy importante, valor.
Nosotros somos como el anillo de aquella historia aburrida que te contaban al dormir, quizás en la feria no valgamos más de 5 monedas, pero en una joyería valemos más de 3000.

Si no saben apreciar como vistes, lo que te gusta, si no sabe apreciarte a TI... mi consejo: dales puerta:D

jueves, 19 de enero de 2012

18.

Pueden decir que estoy loca, porque en realidad lo soy.
¿Qué es el amor si no una de las locuras de la vida, y qué somos nosotros si no unos locos intentando vivirla?
Otra vez caí en sus garras. Intenté escapar, pero de nada sirvió. Pensé que si tenía tantos prisioneros como dice tener no se daría cuenta de que yo faltaba, pero sí, se dió cuenta, me vino a buscar. No llamó a mi puerta, entró sin preguntar, sin permiso alguno y me agarró con fuerza.
Y es que miles de leyendas sobre él, a veces no me atrevo a nombrarlo, quizás no quiero creer que existe, pero está ahí, acechando a que regreses un día cualquiera para hacer de ti una persona totalmente distinta.
No entiende de edades, de sexos, ni siquiera entiende de modales. Los escritores de novelas se cansaron de luchar con él, miles de guerras se libraron y éste en las gradas como espectador...
No es tan fácil ignorarle. No es siquiera posible hacerlo, ni si quiera el tiempo te da oportunidades para deshacerte de ello. El amor, un pequeño diablillo que nos sigue allá donde vayamos, peor que una sombra, más molesto que una mosca en pleno verano.
Hay algunos que intentan evitarle, y sin embargo otros añoran, incluso envidian tenerle, pero no saben lo que dicen.
Esa sensación de vacío, esperando aquél tren que nunca llega. Esa horrible sensación de hacer locuras sin pensar en las que el corazón piensa que lo mejor que puede hacer es salir de tu pecho, cuando pasas momentos eternos mirando por la ventana sin ver nada. Esa sensación en la que preferirías cantar canciones tristes en una noche sin luna.

viernes, 6 de enero de 2012

Someone like you...

Tenía la esperanza de que si me veías otra vez me recordarías, porque para mí no ha acabado todavía, y es que mi problema es que soy adicta a ti. Pero no te preocupes, encontraré alguien como tú.
Creía que si te encontraba volveríamos a soñar juntos, pero una vez más me equivocaba, y es que te oigo decir quierote y me muero. Pero no te preocupes, encontraré a alguien como tú.
Pensaba que si volvía a verte podríamos sonreir juntos como lo hacíamos antes, porque te echo de menos, y es que soy carnívoro de tu esencia. Pero no te preocupes, encontraré alguien como tú.
Esperaba que si veias estos ojos avellana recordarías que cuando estamos juntos incluso se para el tiempo, porque amarte de por vida es todo lo que yo quiero. Pero no te preocupes, encontraré alguien como tú.
Desde entonces te espero cada noche en el mundo de los sueños, pero sé que encontraré a alguien como tú.

Y es que hoy el infierno es gratis para todos.

Despertar un día y saber que nada fue un sueño, que todo ha sido real. Sentirte abatida, triste, melancólica...enamorada.
Saber con certeza que no volverá a pasar pero desearlo más que nada y no poder parar de pensarlo, de sentirlo.
Soñar despierto que cada momento se repite, que estas a mi lado, que me acaricias como aquella noche.
Pensar que no hay nada si tú no estas a mi lado, creer que estoy perdida solo porque no tengo tu sonrisa como la tuve aquel día.
Saber que he estado adicta a ti y que nada me podrá separar de mis fantasías, aunque si te vas, son mis sueños los que te llevas.
Y es que hoy el infierno es gratis para todos.

miércoles, 4 de enero de 2012

Why not?

Porque no hay nada como esperar cansado sentado en un banco de piedra, cubierto de espigas a que él, despues de promesas infinitas y falsa sonrisas, vuelva con sus brazos llenos de esperanzas.

Y pensar que tu vida no es nada sin él, pensar que un día hiciste que volviese a ser feliz, el chico que siempre había sido, pensar que compartis la misma canción, o que teneis la misma forma de pensar. Y aún sabiendo que te hace daño, te enamora cada día más con sus estupideces.

martes, 3 de enero de 2012

Le diste cosas que yo nunca pude.

Do not you realize that your lies are killing she, you can not promise the moon when your fingers even reach the sky. Give she to choose and only the corner, are her dreams that you take.

Solo un pedazo de cielo.

Y él prometió volver, lo malo es que la promesa compartía su nombre. Y yo quedé esperando, sentada en aquel rincón del banco, con la mirada cansada de buscar tu cara entre los rostros agenos.
Pasaron horas, días, tal vez minutos, la verdad no lo recuerdo muy bien, pero mi problema es que si no estás tú, el tiempo es eterno. Sólo sé que espero desde aquel frío otoño, aguardo a que vuelvas con lo que un día me juraste que traerías.
Pero, ¿qué fue de ella? ¿y si la prometiste lo mismo?
Todas las respuestas aparecieron como brotes de un pequeño rosal, con las espinas más dolorosas y mortales que puedas imaginar. Y entonces, sí, volviste, pero en tu brazo escrito un nombre, el de ella, que esperaba detrás tuya riéndose de cosas que ni siquiera ella sabía.
Fue el momento. Decidí levantarme del banco, y antes de que alcanzases a verme, adentrarme en la calle Mayor, perderme entre la multitud, y sin mirar atrás, recordar esa dulce sonrisa que me dedicaste antes de marcharte.